Perfectly Imperfect | Capítulo adicional: I miss you

CARTA/ENSAYO DE FRANK

ONE SHOT ADICIONAL

I miss you

Hola. Soy Frank, Frank Iero. Soy el hijo de una relación asquerosa, una mezcla del amor y la pasión, del alcohol y los alcohólicos anónimos, del odio y del amor, de un ángel y un mismísimo demonio. Soy lo más temido, el hijo odiado, el que no tiene relaciones, el bisexual, el que pinta, el que ama a un pintor. Soy yo, el único descendiente del cual toda su familia esperaba con ansias que sea el hijo pródigo, el que vaya ‘por buen camino’, el que ame el dinero, el poder, la corrupción y el sexo por sobre todo lo demás.

Cuando me pidieron que me presente en esta clase, que haga un ensayo sobre mi vida, lo hice enseguida: mintiendo, diciendo que mi padre había muerto caballerosamente, que mi madre estaba con un hombre honesto, pero que aún así, me quería... nada de eso es cierto, y espero que la profesora que lea esto lo sepa.

Soy el demonio más temido de todos los Cielos, soy la pesadilla de mi madre, soy el nuevo Peter Pan. Soy un nuevo Jesús para todas las personas que se sientan como yo; sólo tienen que sentarse a escuchar mi guitarra ser rasgueada y a alguna canción triste de amor salir de mi boca… lo único que pido es que me crucifiquen rápido, para no seguir sufriendo.

Tengo que poner un apartado sobre mis padres, según la estúpida consigna que debo seguir…

Mi madre… la odio. Sépanlo, personas, la odio, la asqueo, la tiraría a un pozo lleno de barro si me fuera posible –y legal- hacerlo. Ella fue la causante de que mi padre muriera, ella es la causante de que todos los días tenga el deseo de no existir, ella es la causante de… mi vida en general.

Mi padre… era un hombre de bien. No debía morir así, no en ese momento, no en ese estado. Debería haber muerto como un héroe, como lo que era, un luchador, un trabajador… lo extraño, ¿saben? Su sonrisa, el sonido de su risa, cuando me cargaba en brazos y me decía ‘Mantené la fe’… desearía que estuviera acá para que vea que, a pesar de todo, sigo manteniendo la fe como el primer día, pensando cosas felices.

Papá, te extraño. Quiero que estés acá, diciéndome que todo va a salir bien, abrazándome, deseándome las buenas noches… ¿te acordás que me decías que era tu pequeño soñador? Extraño tanto esos años, padre. Extraño cuando me calmabas noche tras noche por mis horrendas pesadillas, cuando me comprabas caramelos de toda clase, diciéndome que podría ser un Oompa Loompa cuando crezca, cuando me llevabas al parque con tu guitarra y tocabas canciones que yo cantaba, aún sin saber la letra de ellas.

¿Mis amigos? ¡No poseo amigos! Cada uno de ellos me defraudó. Ahora los únicos amigos que tengo se llaman Pansy y un pintor que no creo que me conozca. 

Pansy es hermosa, creo casarme con ella cuando crezca. Está hecha de la madera más hermosa de todas las maderas, tiene las cuerdas más deseadas por un ser humano. Su sonido hace llorar a todos los ángeles, y ¡por favor! ¡ESTOY ENAMORADO DE UNA GUITARRA! ¿Puede ser eso cierto?

No. Porque también está él.

Él es mi todo. Lo vi pocas veces en mi vida, nunca le hablé, pero tiene… algo. Ese algo que atrae a todas las personas que caminan por esa plaza a ver sus cuadros, ese algo que me intriga, ese algo que quiero descubrir qué es.

Tiene mala fama, tiene sonrisa de duende, tiene ojos de esmeralda. ¡Por favor, chicas! ¿Van a seguir enamoradas de ese tonto estereotipo de príncipe azul? ¡A mí denme el de sweater verde, con actitud de chico malo! 

Estoy tan jodidamente enamorado…

¿Lo que más extraño de años anteriores? Estúpidos maestros, ¡como si no fuera claro! Extraño a mi padre. Extraño todo de él. Extraño a mi anterior madre, la que era buena, la que no tomaba, ni se drogaba, ni tenía a un tipo diferente cada día en su cama… extraño a la anterior Nancy, y no saben cuánto.

Extraño no llorar por cada canción estúpida que escucho. 

Extraño ser normal.

Extraño poder vivir en paz.

Extraño al anterior Frank.

Te extraño, papá.

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