lunes, 25 de julio de 2011

Perfectly Imperfect | Capítulo 5

I am broken, you’re my savior
                 
-¡Frank! – ¿Era él? ¿Realmente era él? ¿O acaso era que estaba inconciente y mi torpe mente lo imaginaba? Abrí mis ojos y me lo encontré, tomándome en brazos.- ¿Frank? ¿Frankie? No cierres los ojos… ¡no lo hagas! –si él no quería que lo hiciera, entonces no lo haría.

Los mantuve abiertos, sólo muy de vez en cuando parpadeaba… es decir, ¿para qué? ¡Tenía la más perfecta viste de todas! Su cara, su mentón, su boca… estaban tan cerca…

Una gota de líquido espeso cayó en mis labios. Los entreabrí para que mi lengua buscara ese poco de sangre. Miré su pómulo izquierdo, y una cortada de unos seis centímetros, más o menos, goteaba como canilla sin reparar.

Me llevó a su casa, acostándome en el sillón y trayendo un poco de algodón con alcohol para sanar mis heridas.

-Gracias –susurré, aguantándome un alarido de dolor proveniente de mis pulmones; toda mi caja torácica me dolía. Rocé su cortada y gimió, apartando un poco la cabeza.

-¿Dónde más te hirieron? –me preguntó, y a duras penas me levanté la remera.

No sabría decir si mi estómago estaba violeta o si simplemente se quedó mirando mis tantos tatuajes que tenía por todo el cuerpo, con ojos encendidos.

Comenzó, también, a curarme las heridas, pasando sus manos cuidadosamente por cada dibujo en mi piel.

-¿Por qué estabas en…?

-Shh… –me calló. Dejó el algodón a un lado y se sentó en el piso, apoyando suavemente su cabeza en mi vientre.- Volví porque había olvidado unas témperas allí, y… te vi allí y… no lo sé –calló. Esperé a que continuara, pero siguió tan inmutable como los días en la plaza.

-Volví a casa –comencé a contarle. Me miró interesado, mientras que yo ya comenzaba a sentir cómo mis ojos ardían- y mi madre estaba tomada, como siempre. La vi, hace tres años, con mi padre: un hombre de bien, sano, no tomaba, no fumaba, era trabajador… pero esa noche había sido la excepción, lo encontré borracho y drogado cuando abrí la puerta. Apenas entré, se abalanzó sobre mí, apartándome y saliendo a la calle y… –pausé unos segundos- no tardé en escuchar la frenada del auto, el estruendo, y… –puso la típica cara de dolor, pena, angustia y lástima, pero la de él se veía real. ¡Qué no se vería real o puro en sus manos, por Dios! Noté cómo las lágrimas comenzaban a resbalar por mis mejillas- …mi padre murió. Mi madre desapareció por tres días, y allí me ocupé de todo.

» Después de esos días, mi madre volvió con olor a Las Vegas en su ropa, drogada, sudorosa. Comenzó a aventarme todo lo que tenía a su alcance, la lámpara, los platos… me gritaba culpándome de que la muerte de mi padre era mi culpa, que yo lo había dejado morir… le grité que era una zorra, que mi padre había muerto porque la había descubierto con otro hombre... –ahora mis lágrimas caían a cantidades increíbles, llorando sonoramente. Me tomó en sus brazos, abrazándome fuertemente- me golpeó, y apenas pude llegar al hospital del dolor. Me internaron. Hematomas, fuertes golpes en la cabeza, esguinces, mi mano quebrada… –me sequé las lágrimas- y hoy, cuando volví, ella estaba igual que ese día, con la misma ropa, acostándose con ese tipo… el cual me pegó. –me observó atento.

-¿Te pegó? –asentí con la cabeza, señalando mi labio inferior; estaba partido. Lo rozó con sus dedos, y pegó su frente con la mía- escuchame, Frank, y recordá esto: ahora yo estoy acá. No hay nada que pueda herirte en esta casa, ni fuera de ella ahora que estoy yo a tu lado. Tatuátelo si querés, y si te queda algún espacio en tu cuerpo… pero no lo olvides. Vos no estás en esto solo, Frank, porque ahora estoy yo, ¿sí? No vas a volver a esa casa, te lo prohibo. Te voy a comprar nueva ropa, nuevas cosas, pero no vas a volver. –Lo abracé, y lloré; a los pocos minutos, se quedó dormido…

¿Era eso posible? ¿Estaba en la casa, durmiendo, junto a la persona que amaba? ¿Junto a… él?

Aún podía sentir su cálido aliento chocar contra mi boca cuando juntó nuestras frentes. Mi corazón había aumentado su ritmo cardíaco desde entonces… y cualquier médico diría que tengo taquicardia.




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